Datos abiertos (open data en inglés) es una filosofía y práctica que persigue que determinados datos estén disponibles de forma libre a todo el mundo, sin restricciones de copyright patentes u otros mecanismos de control. Los datos deben publicarse en bruto (sin procesar), bien estructurados y en formatos conocidos que faciliten la reutilización.
Por otro lado existe el concepto de Reutilización de la Información en el sector público. Según la Ley 37/2007, de 16 de noviembre, sobre reutilización de la información del sector público se entiende por reutilización el uso de documentos que obran en poder de las Administraciones y organismos del sector público, por personas físicas o jurídicas, con fines comerciales o no comerciales, siempre que dicho uso no constituya una actividad administrativa pública. Queda excluido de este concepto el intercambio de documentos entre Administraciones y organismos del sector público en el ejercicio de las funciones públicas que tengan atribuidas.
Aunque son términos similares pues se refieren a la publicación de datos en formatos abiertos para favorecer la reutilización, Datos Abiertos tiene un ámbito global, establece los requisitos sobre cómo deben publicarse los datos y no contempla el pago por el uso de los datos. Por otro lado la Reutilización de la Información en el sector público limita su ámbito a este sector y, atendiendo a la Ley 37/2007, contempla la posibilidad de aplicar una tasa o precio público, además de no ser tan riguroso en cómo debe presentarse la información.
El sector público produce una gran variedad de información interesante para los ciudadanos y empresas, como por ejemplo, información social, económica, geográfica, estadística, meteorológica o turística y sobre empresas y educación. Esta información tiene unas características que la hacen particularmente atractiva para el sector de los contenidos digitales, ya que es completa, fiable y de calidad.
La apertura de datos del sector público permite que cualquier persona u organización pueda construir sobre ellos una nueva idea que resulte en nuevos datos, conocimientos, mejorar procesos, dar valor añadido a los existentes o incluso crear nuevos servicios.
Por lo tanto, tiene un considerable potencial económico y además favorece la transparencia, participación y colaboración ciudadana, necesarios para contar con un gobierno más abierto.